En las dos partes anteriores relaté cómo los miembros de mi familia tuvieron extrañas anécdotas con apariciones en mi casa. Hoy les entrego la tercera parte de la crónica sobre fantasmas: mis experiencias.

Yo no suelo sufrir de insomnio. En parte a mis agitadas rutinas y a mi gusto por dormir. Una noche yo dormía tranquilamente, pero de pronto desperté por un frío en los pies. Me dí cuenta de que mis pies estaban descubiertos por la frazada. Claro, cualquiera dirá que eso es lo que pasa normalmente cuando jalas la frazada y te destapas alguna parte del cuerpo sin querer. Pero, ¿cómo explicar que la frazada esté doblada y redoblada prolijamente hasta mis tobillos?

En otra ocasión, sucedió que había terminado de hacer una tarea de la universidad. Eran como las dos de la madrugada y bajé a revisar si la puerta de mi casa en el primer piso estaba asegurada con llave y candado. Todos dormían y el silencio imperaba. Cuando regresé a mi cuarto, cuál sería mi sorpresa al ver el televisor de mi cuarto encendido al lado de mi cama. Ese televisor no tenía opción despertador y estoy seguro de que estaba apagado. Es lo más cercano a la película Poltergeist que me ha tocado vivir.

Finalmente, puedo contarles mi experiencia fantasmal más cercana. Ya dormía yo plácidamente cuando, de pronto, desperté siendo levitado por alguna fuerza extraña a varios algunos centímetros de mi cama. Inmediatamente, fui "soltado" y azotado contra la cama. No fue mi imaginación, a pesar de que todo pasó muy rápidamente.

Yo no siento miedo de estas situaciones paranormales. No le temo a la oscuridad ni a los fantasmas. Sin embargo, me pregunto hasta ahora porqué mi casa -o mi familia- fue elegida por seres extraños. En todo caso, podría ser que mi casa sea una especie de "estación de tren" espiritual y que sea fácil ingresar a ella.

Parece que las cosas se han calmado y yo no he vuelto a tener estas anécdotas. No obstante, si volviera a suceder, espero que tenga la oportunidad de tener alguna forma de comunicación con esos espíritus, pues hay preguntas cuyas respuestas no voy a conocer en este mundo.

Katsumoto

Comments (0)